domingo, agosto 17, 2008

Domingos...



No me gustan los domingos, en especial los domingos por la tarde. Las horas se suceden/suicidan casi sin darnos cuenta, pero esperando irremediablemente la llegada del lunes. Y en la espera se nos olvida que también son nuestras horas, minutos, segundos de vida lo que se escapa entre los dedos.

Hubo un tiempo que no era así, que incluso los domingos por la tarde eran ilusionantes y esperaban a ser descubiertos.

Pero no hoy. Otro domingo por la tarde. De tantos últimamente.

Y mañana será lunes...

1 comentario:

Lamardestrellas dijo...

Yo odiaba los domingos por la tarde, cuando los pasaba en casa de mis padres mirando por la ventana y quejándome de lo cerca que andaba el lunes... Pero desde que tengo dos retoños en casa los domingos vuelven a ser soleados (aunque afuera llueva). Todavía tienes muchos domingos por delante y es muy posible que terminen gustándote, todo depende de quién los comparta contigo ;-)
Gracias por escribir de nuevo, un placer para tus lectores. Por cierto, me encanta la foto de Stirga sacándole la lengua a París. Es genial.